viernes, 9 de mayo de 2008

Los juegos y los días

El juega contra un vidrio. Busca una mano que, quizá por extranjera, es amena. El juega y se ríe. Se esconde pero su sombrerito azul lo delata .Sigue una mano con su mano; diminuta. El juega en un lugar donde hay mucho espacio y tiempo para hacerlo.
No entiende ni sabe de cosas grandes: sólo que cosas pequeñas. No sbe si en el futuro será diputado, presidente o arreará animales surcando las terrazas, desafiando al sol con piel curtida. El sólo juega y nada sabe. Y sólo por eso es mejor que yo.

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