viernes, 9 de mayo de 2008

La Paz y la poesía

La experiencia poética se vive en distintos niveles. Sin duda la mejor forma es que la vida misma se transforme en poesía. Pero también se puede escribirla, leerla, o escucharla. En enero de este año hubo momentos en que varias de esas experiencias se juntaron.

Recuerdo que fue en Bolivia- que por aquellos tiempos y aun hoy estaba viviendo una de sus épocas más poéticas- precisamente en La Paz. El parador Kili Kili fue el escenario. El cerro Inti Illimani se imponía sobre la hoya que parece La Paz cuando al amigo Alvaro Urrutia se le ocurre presentarnos a un poeta. La presentación fue como si realmente Bustriazo Ortíz estuviera en persona. Pero luego del preámbulo, se largó a recitar: y más allá de las letras de Bustriazo, esa tarde hubo poesía.

Recuerdo el sol pegaba fuerte y hacía entrecerrar los ojos. Casi como de ensueño, las palabras se dispersaban en el aire. Desparramados nuestros cuerpos en escalinatas. Todo se volvió poesía. Hasta lo que estábamos viviendo: la maravilla de descubrir algo de aire fresco en forma de palabras hacía que los colores fueran distintos.

El amigo Álvaro terminó de recitar. Le pedimos que siga. Y siguió. Al rato volvimos a nuestro lugar de hospedaje pero ya no era lo mismo. Era mejor.

Sin dudas, la poesía es el mejor estado en el que uno puede estar.

Les dejo algo de lo que Álvaro recitó para nuestros oídos, para el que quiso escuchar y para la imponencia de La Paz que- respetuosa- hizo silencio aquella tarde para recibir en su tierra algo de poesía.

Unca Bermeja

15

puede venir la sombra tuya
a sonreírme que no vuelves
la sombra tuya como una garza
bajo el poniente despellejado
puede venir tu sombra de a pie
talón azul tobillo húmedo
pueden venirme tus rodillas
llenas de besos de hace una luna
tus vestidos enovillados
tus desnudos sin hambremente
tus solos ojos tu sola lengua
que yo estaréme quebrajoso
en el velorio de la uva
puedes venirme como una perra
a deshilacharme las miradas
tan cuidadosa como la muerte
oh tan y amándote la cuchilla
la llamarada de tus colmillos
y a lo mejor pan de tu sombra
entre los más dulces espectros!


Elegías de la piedra que canta

Luego serás cuajada luna
y cuidarás las ovejitas verdes del monte paridoras oh
baladoras sus orillas hasta el confín de sus balidos
luego serás qué laguniñas niñaslagunas monteadoras
serás la leche más rocía y serás más más que la luna
serás la luna repetida y repetida hasta mi hueso serás
la flor reventoncito luego serás lo que yo quiera lo que
vos quieras que te pida te apagaré tan mansamente
boca con boca la sonrisa te moleré como quien muele
silvestres bayas maduritas serás más luna que la luna
por machacada

revivida

1 comentario:

álvaro urrutia dijo...

leo, que hermosos momentos aquellos... que enorme bustriazo